Un problema sexual es aquel que impide disfrutar del acto sexual, ya sea por causas orgánicas o psicológicas.
En ocasiones la vida sexual de las personas se ve afectada por causas fisiológicas, pero la mayoría de las veces el trastorno viene de la mano de una causas de origen psicológico, sin que exista causa orgánica, por lo que es conveniente que la persona busque ayuda de un psicólogo.
Existen varios problemas que pueden afectar la vida sexual de las personas, se distinguen en lo que llamamos Disfunciones sexuales y Parafilias.
Disfunciones sexuales como:
• Trastornos del deseo sexual.
• Trastornos de la excitación sexual.( disfunción eréctil en los hombres, aversión al sexo en las mujeres).
• Trastornos del orgasmo.
• Trastornos de dolor sexual.( dispareunia y vaginismo).
Parafilias como:
• Exhibicionismo.
• Masoquismo.
• Voyeurismo.
El objetivo de la terapia es ayudar a la persona a encontrar las causas y los factores que mantienen el problema, entenderlos y trabajar para que pueda tener una vida sexual satisfactoria.
El origen de una disfunción sexual se puede explicar por cuatro factores principalmente: la historia de aprendizaje, factores físicos, factor relacional y el factor cognitivo (esquemas y creencias mentales sobre el sexo).
Una terapia sexual empieza por una evaluación de lo que está pasando, sigue con la fase de intervención la cual se lleva a cabo ayudado de técnicas enfocadas en la resolución del problema, de manera individual o en pareja, dependiendo del caso.
Es importante saber que estos problemas tienen solución trabajando en ellos, para así poder disfrutar de una vida sexual libre y sin miedos.