Habilidades sociales, como bien dice la palabra, son habilidades, que las definimos como competencia social, las cuales algunos tienen la suerte de aprenderlas de forma natural desde pequeños y otros las tienen que aprender después, lo que quiere decir que se pueden adquirir. Consiste en desaprender unas para incorporar otras más eficaces para el buen desenvolvimiento en nuestras relaciones sociales.
Las personas que tienen dificultades o pocas habilidades sociales se sienten con frecuencia diferentes, incapaces o más torpes que los demás, su autoestima se ve dañada considerándose una persona con menos recursos para el buen desempeño en su vida personal y social.
Las habilidades sociales se dividen en cinco grupos:
• Primeras habilidades sociales: escuchar,iniciar o mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse, presentar a otras personas, hacer o recibir un cumplido, empatía, dialogo.
• Habilidades sociales avanzadas: pedir ayuda, participar, dar o seguir instrucciones, disculparse, convencer a los demás, dar tú opinión de los que piensas.
• Habilidades relacionadas con los sentimientos: conocer los propios sentimientos, expresar los sentimientos, comprender los sentimientos de los demás, enfrentarse con el enfado del otro, expresar afecto, resolver el miedo y auto-recompensarse.
• Habilidades alternativas a la agresión: pedir permiso, quererse, compartir algo, ayudar a los demás, negociar, empezar el autocontrol, defender los propios derechos, responder a las bromas, evitar los problemas a los demás, no entrar en peleas.
• Habilidades para hacer frente al estrés: formular o responder a una queja, resolver la vergüenza, arreglárselas cuando le dejan a uno de lado, defender a un amigo, responder al fracaso, enfrentarse a los mensajes contradictorios, responder a una acusación, prepararse para una conversación difícil, hacer frente a las presiones de grupo.
Los ejes centrales de todas estas habilidades son la asertividad (defender tus derechos respetando los derechos de los demás ), y la empatía ( ponerse en el lugar del otro). Ambas afectan al grado de autoestima que tenemos, sintiéndonos a gusto con nosotros mismos o por el contrario queriendo ser como otros.
Acudir a un psicólogo puede ayudarte a adquirir estas habilidades, solo tienes que estar dispuesto a aprender.