La ansiedad es una de las principales razones por las que las personas buscan la ayuda de un psicólogo. Es un componente que está presente en la mayoría de los trastornos psicológicos y psicosomáticos.

La ansiedad no es otra cosa que una respuesta anticipatoria ante un peligro o una amenaza futura, que produce sensación de temor e inquietud acompañado de sensaciones en el cuerpo como tensión muscular, sudoración, taquicardia, temblor, respiración acelerada… Este peligro o amenaza futura puede ser o no real, puede ser interno o externo a la propia persona o incluso imaginario.

La ansiedad es un estado emocional negativo que existe porque tiene una función y siempre ha sido de utilidad biológico-adaptativa para el ser humano. Nos prepara para la acción y motiva nuestra conducta. Si pensamos en un examen o en una competición deportiva, un cierto nivel de ansiedad nos ayuda a prepararnos y rendir más. El problema tiene lugar cuando esta ansiedad se convierte en desadaptativa, cuando no es proporcionada con el peligro de la situación o cuando es irracional y se produce ante situaciones que no conllevan peligro. El exceso de ansiedad, lejos de ayudar a la persona, perturba su rendimiento y puede interferir de forma significativa en otros aspectos de su vida.
Decimos que la ansiedad es patológica o desadaptativa cuando es intensa, ocurre más a menudo y dura más tiempo, produciendo un malestar y sufrimiento a la persona. Aquí es cuando pasamos a hablar de trastorno de ansiedad.

Actualmente los trastornos de ansiedad se clasifican en:

- Trastorno de ansiedad de separación
- Mutismo selectivo
- Fobia específica
- Trastorno de ansiedad social (o fobia social)
- Trastorno de pánico
- Agorafobia
- Trastorno de ansiedad generalizada
- Trastorno de ansiedad inducido por droga o medicación
- Otro trastorno de ansiedad especificado
- Trastorno de ansiedad no especificado
- Trastorno de ansiedad a la enfermedad

Todos estos trastornos tienen muchos síntomas comunes y pueden aparecer dos o más simultáneamente.